Nunca se sabe qué nos depara el destino. Igual cuando nos muramos nuestros átomos van a parar a un árbol del que hacen papel y un capullo va y escribe una obra maestra.
Cuando me enteré de que me habían tocado nueve millones de euros en la lotería sentí un ligero dolor dentro de la cabeza que me hizo perder el conocimiento.
"Es un aneurisma", diagnosticó el neurólogo.
En la base de datos de mi ordenador de última generación, y gracias al conmutador que se adapta a los pequeños soplidos que puedo dar, encontré la maldita palabra.
· Quiero, el año que viene, escribir la carta a los Presidentes (elegidos) Magos, al menos que me case con una princesa, infanta o como mínimo una duquesa.
· Quiero aprender geología.
· Quiero que siempre que suba a un ascensor haya unos brasileños hablando.
· Quiero tener las patillas del hombre Martini.
· Quiero sentirme vivo, al menos diez minutos, una vez al día.
· Quiero que el Ayuntamiento amplíe el metro hasta Liubliana.
· Quiero escribir un cuento como Cortázar y un poema como León Felipe.
· Quiero que no me obliguen a hacer l’anxeneta para demostrar mi catalanismo.
· Quiero acordarme de todos los sueños (los míos y parte de los otros).
· Quiero (como el Goytisolo) que Reus tenga puerto de mar.
· Quiero diferenciar el canto de la Mallerenga petita del de la Mallerenga carbonera.
· Quiero que florezca una Orphis sphegodes en mi ventana.
· Quiero ver atacar naves en llamas más allá de Orión y ver rayos C brillar en la noche cerca de la puerta de Tannhäuser.
· Quiero que me expliquen, de una forma clara pero precisa, por qué 2 y 2 son cuatro.
· Quiero que cambien (una vez al mes) todos los nombres de las calles.
· No quiero que la persona más alta del aforo de un cine o teatro se siente, como siempre, delante de mi.
· Quiero que el Barça, el Real Madrid, el Deportivo (y quizás algún otro) bajen a Segunda .
· Quiero ver crecer la hierba.
· Quiero que descubran, de una vez por todas, si los gilipollas lo son por cuestiones genéticas o si lo son por cuestiones ambientales.
· Quiero diferenciar las eses sonoras de las eses sordas.
· Quiero que los perros de los vecinos no me muerdan los cordones de los zapatos.
· Quiero que los paleontólogos me expliquen por qué consideran extinguido al hombre de Neandertal si yo conozco a unos cuantos.
· Quiero que pasen tests de inteligencia a las bombas inteligentes.
· Quiero que siempre que vaya al bosque haya un roble con las hojas nuevas.
· Quiero encontrar aparcamiento inmediato sea donde sea y delante del lugar donde vaya.
· Quiero llegar a Talamanca a las 11 y cuarto cualquier día laborable.
· No quiero que el sol salga por Antequera.
· Quiero que me llamen los del Colegio San Idelfonso y cantar el Gordo.
· Quiero enamorarme de una moza como Dios manda, y que todo el mundo considere que no me conviene.
· Quiero escribir un guión de cine con Woody Allen.
· Quiero hablar el francès, inglès, ruso, chino mandarín (y cantonés), japonés, urdú, finés, indonesio, suahili, yanomami y patués (para comenzar) correctamente y como si fuesen mi idioma materno.
· Quiero ser intolerante solo con los intolerantes.
· Quiero ver una vez a la semana a los amigos alberonianos.
· Quiero despertar, en algunas mujeres, un instinto animal y no solo maternal.
· Quiero que me digan: “no sabe usted con quien está hablando”, mientras tengo su currículo en la mano.
· No quiero ver sufrir a nadie sin sentido ni esperanza.
· Quiero estar dos meses en una isla coralina y dedicar el 20% del tiempo a escribir cartas (y enviar fotos) a mis conocidos contándoles mi penosa situación, y el resto a actividades, quizás menos inmorales.
· Quiero, el año que viene, tener que pedir otros deseos diferentes.
