miércoles, mayo 30, 2007

EN LA FACIENDA BOM JESUS

Vamos a la facienda bom jesus. La administra Eva. Es una mujer en la cincuentena, con energía y dulce. Es veterinaria, profesora de universidad, escritora y poetisa. Lo que se dice polifacética. La facienda tiene 6.600 hectáreas, bueno, alguna más pero no vamos a discutir por unas hectáreas más o menos. Incluye manglares, prados, bosques... Y unos mil búfalos. En este instante pienso en pedirle en matrimonio. Nos muestra los diferentes tipos de búfalos (llegaron del continente asiático) los tocamos, nos subimos a ellos. Hay otro turista que toca al animal como si comprobara la consistencia de un colchón. Miro a su mujer que tiene cara de antipática. La entiendo. Paseamos por los caminos. Eva y Laise me van diciendo tantos nombres de plantas y pájaros que mi capacidad de retenerlos se satura. Hay varias especies de ibis (el escarlata es simplemente hermoso), martin pescador, garzas, gavilanes... Un gavilán intenta atacar a una cria de un teu teu, cuatro de estos se lanzan en picado contra él chillando, a pesar de que son más pequeños consiguen que huya. En la lontananza se ve una edificación es de la hermana de Eva. No puedo resistirlo más y le pido delante de todo el mundo que se case conmigo, o su hermana. Ella sonríe, no me dice que si, pero tampoco se niega. Siempre queda la esperanza. Laise me muestra un hormiguero de formigas de fogo, le pregunto como lo sabe, me cuenta que es por que es el único que sobresale, pero la clase acaba, las cabronas atacan. ¿Cómo es posible que una hormiga que debe medir dos-tres milímetros pueda hacer tanto daño? Uno de Sao Paolo afirma que el veneno es bueno para el reúma, la artrosis, la artritis y no sé cuantas cosas más. Levanto el puño y grito: Viva la artritis!

No hay comentarios: