FORTALEZA, IDEAL DE SANTOS

Santos vio un documental de fortaleza y lo guardó durante mucho tiempo de tanto que le impresionó. Bueno, pues no es para tanto. Fortaleza son playas inmensas con rascacielos en la primera, segunda y decimoquinta linea de mar. Una especie de benidorm pero a lo tropical, con playas, eso si, mucho más espectaculares y donde, de momento, no llega el inserso. Donde si hay playas sin rascacielos es en la praia do futuro en el otro extremo de fortaleza. No hay apenas edificios y en cambio hay hasta vacas rumiando en la playa (no deben ser vacas brasileiras ya que sus cuartos traseros no son destacables).

Hay unos mozos jugando al futbol. Si andar por la arena removida ya es cansado ni te cuento correr arriba y abajo detrás de la pelota. Asi están, atléticos. Hay unas mozas entre ellos que tambien juegan a futbol, no se si lo hacen bien pero desde la distancia están impresionantes con su filo dental. Cae cerca de mi una pelota lanzada por ellas. Trago saliva, memorizo todas (aunque escasas) jugadas que he visto en mi vida y chuto hacia una de ellas. No le queda muy lejos, hasta pareciera que no lo he hecho mal. La chica me hace el signo de tudo bem y se va con la pelota dandome la espalda. No es guapa, la verdad, pero sus nalgas (altas, redondas, morenas y prietas) son para caer al suelo de rodillas y (si no fuese por el miedo al ridiculo y a mi agnosticismo positivista) dar gracias al señor. Estoy convencido de que si se pusiese una nuez entre sus gluteos y los apretase romperian la cascara. Y seguramente todo lo demás. Si fuese robert crumb y tuviese contactos con la editorial marvel crearia una superheroina, la cascanueces, que llevaria una doble vida. De día una vida anodina pero por la noche, uy, por la noche, se pondria el filo dental, un top y un antifaz y pondria orden y justicia en el mundo a golpes de nalgas...
Vale, quizás he tomado el sol en demasia. Dejaré de beber caipirinhas antes de escribir el siguiente comentario.