lunes, marzo 05, 2007

LITERATURA Y VIDA

Y fueron los tiempos del desorden, del insaciable cuerpo a cuerpo, de las anarquías del abrazo de formas machihembradas, revueltas, volteadas, en los albures del impulso y del deseo -hallazgo de sabores y calores, retozos, cuchicheos en la obscuridad, gimientes alegrías, risas al cabo del gesto, fingidas resistencias, deleitosas confusiones, palpitantes afloraduras de savias profundas; tiempos de la puerta sellada, de la llamada sin respuesta, del teléfono desconectado, del cartero inútil; tiempos del egoísmo compartido, del olvido de cuanto nos fuese extraño y ajeno -gentes, amigos, sucesos, deberes; tiempos de la jubilosa alienación, de la siempre superada cantata a dos voces, del dejar de ser para encarnarme en ti, antes de regresar, yacentes colmados, al leve y sonriente sueño de la ternura recobrada, de las carnes devueltas a sus aplacados contornos.
La consagración de la primavera
. Alejo Carpentier.
Gracias Pau por conseguirmelo; gracias andrea, último lector por intentarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso. Te debo una, blogero.
Besos