martes, agosto 15, 2006

AL IGUAL QUE CON EL RATONCITO PÉREZ ...

Al igual que con el Ratoncito Pérez y los reyes magos me engañaron con Alemania. Para resumirlo, como dice Otilia, que son como nosotros. Pero eso si un palmo mas altos y mas rubios. No son los cabezas cuadradas del estereotipo que nos vendieron, ni calvinistas impenitentes. Salen a la calle, hablan, beben y ríen. Son amables, atentos y tienen pinta de saludables. Ya sé que no se puede generalizar, pero si uno no puede pontificar de vez en cuando ya me contareis para que estoy en este blog. Cosas que me han llamado la atención: la capacidad de autocrítica respecto al pasado nazi (sus museos históricos no tienen desperdicio, y nosotros sin memoria histórica del franquismo); la iluminación tenue por la noche de sus calles y sus monumentos, el cuidado de sus ciudades donde combinan lo antiguo con lo nuevo: el dinamismo de Berlín y su urbanismo 9eso si que es urbanismo y no la villa olímpica; la impecable señalización; la cantidad de bicicleteros; el transporte publico; la reconstrucción de ciudades como Dresde (el exin castillos debieron inventarlo los alemanes de la postguerra), la cantidad de cervezas y salchichas diferentes que tienen... bueno, que me ha encantado Alemania.

1 comentario:

g dijo...

¿¿y ahora a dónde vas???
(¿existe un itinerario o es el azar y las ganas?)