martes, mayo 13, 2008

JUSTICIA

Estoy leyendo en el pasillo de un juzgado lleno de gente cuando una pareja de mossos trae esposado a un joven de veintipocos, moreno, bajo y delgado. Con patillas largas y recortadas. Al pasar esboza un beso a la chica que está mi lado. Esta debe ser muy joven, unos 18 o 19 años máximo. Lleva el pelo largo tintado de castaño claro y recogido en una cola. Se le humedecen los ojos. Recojo mis bártulos y casi enseguida me llaman y me hacen pasar.
Nos encontramos, por primera vez en nueve meses, frente a frente. Su mirada es huidiza.
El tribunal: un juez, a su izquierda una fiscal y a su derecha otra mujer con una melena inflada rubia. Deben rondar la cincuentena. El juez pide que me levante y narre los hechos. Lo hago, dos individuos intentan robarme en el metro de Verdaguer (a la quinta frase debo parar para coger aire y hablar más pausado). Tengo unas palabras con ellos e intentan escapar. Pillo a uno, el que tengo ahora al lado. Fin del relato.
La fiscal me hace tres preguntas sobre detalles. Después pregunta al acusado. La primera es si está de acuerdo con lo que he contado. Dice que si. Le preguntan de que trabaja, él responde que no entiende. Le preguntan que nacionalidad tiene, la dice. Qué dónde vive, no lo entiende pero al repetirla dice que en Granollers. Qué cuanto gana al día... Le preguntan al derecho y al revés y a este parece que le cueste entenderlas.
La fiscal suelta una perorata técnica sobre artículos y disposiciones legales y pide cinco días de control domiciliario. El juez dicta sentencia y le caen esos cinco días controlados. Le preguntan si está de acuerdo, responde que no entiende, que su esposa habla mejor el español.
Nos dirigimos a la secretaria para que nos notifiquen la sentencia, y para que pasen los siguientes al tribunal. La secretaria le cuenta al acusado que esos cinco días no le cuentan ya que está en la cárcel. Él no lo acaba de entender, le despachan con que ya se lo explicarán a su mujer y que ya se lo pensará en la cárcel si quiere recurrir.
Me pongo delante de la secretaria.
-¿Ya está?
-Sí. ¿Quería algo más?
-No pido que lo ejecuten, pero he tecleado en google su nombre y aparece un montón de veces relacionado con robos. Los vigilantes del metro dicen que lo habían detenido tres veces esa semana. Es la cuarta mañana que pierdo por venir aquí.
Dicho esto me quedo más tranquilo.
Lo cierto es que a pesar de intentar estar resentido contra él recuerdo su cara de asustado con el perro de los vigilantes ladrándole a un palmo de su cara. O despidiéndose de los mossos, de los vigilantes y de mi con un gracias. Como si lo hubiéramos invitado a unas tapas. Aceptando todo sumisamente.
-La fiscalía, -me informa la secretaria- no acumulan este tipo de hurtos. Es la legislación vigente. De todas maneras si está en la cárcel no es por este tipo de robos. - Y deja en el aire el que yo imagine que ha podido hacer.
Lo vuelvo a ver de refilón, se lo llevan y él busca casi de puntillas para poder ver, aunque sea un momento a su mujer. A ella la encuentro más tarde con un papel en la mano. Una pareja que supongo que creía que venía a un paraíso y de momento solo deben conocer la parte oscura.

8 comentarios:

Hernán Galli dijo...

A ver, hay algo que entiendo que lo "omitiste" porque te conozco. Doy por hecho que a quien apresaron es magrebí, latinoamericano o algunas de esas yerbas del tercer mundo que no parecen servir para un buen té europeo. Ahora, me sorprende que:
1) Hayas corrido al ladrón hasta pillarlo (aquí en estas pampas, pillar significa "mear" jajaj). Digo, te robó algo muy importante, tuviste un acceso de heroísmo, te habías fumado un buen porro, o en el fondo eres falangistas y te salió de adentro, jajajaj.
2) Qué bueno que lo hayas denunciado y todo llegó a un "juicio". Uno piensa que el arrebatador nunca llega a eso.
3) Hijos de puta hay en todas partes, y ladrones también. Hay Argentinos ladrones y españoles ladrones y catalanes ladrones (attenti a la diferenciación! fui bien adoctrinado en los años en BCN!!!)
4) Cuando yo veo que hay gente que trabaja 12 horas por 1000 euros, los fines de semana. Luego sale a la calle y es discriminada por sudaca o moro. Luego sus hijos son discriminados por "negros". Y aún así, siguen trabajando y no se violentan, reflexiono dos cosas: a) Lo mal que deben estar en su tierra para no volverse. b)Lo profundamente humanos que son para no romperles la cara a todos los que los discriminan.

Buen post. Bien narrado.

Pero la pregunta es: Estaba buena la chica? jajaj

Hilario dijo...

Al que apresaron era rumano. No puse la nacionalidad porque el no es importante de donde era. Lo mismo me daba que fuese de Mollerusa. No me robo nada importante solo la cartera y los malditos documentos. Si me la hubieran dado cuando se la pedí se hubiera acabado el tema, pero ya metidos en harina, pues eso. No me había tomado un porro, pero venía de viajar por el mundo mundial y no iba a consentir que en mi casa me robaran. No sé si en otra ocasion reaccionaria igual.
El chaval, si te soy sincero, me dio y me sigue dando pena. Es un pobre desgraciado que trabaja para otros y él es el que pringa.
La situacion más surrealista fue que en el anden y mientras esperabamos a los mossos los vigilantes del metro lo insultaban y decian cosas del tipo: a los extranjeros como tú que vienen a robar les tendríamos que cortar las manos. Y lindezas por el estilo. Yo, que era en teoria el ofendido me puse a leer un comic japones sobre el everest.

Hernán Galli dijo...

Sos un genio total!!!!!!!!!!!!
Anoto estas dos frases:
"pero ya metidos en harina, pues eso"
y "me puse a leer un comic japonés sobre el everest."
Ahora, me pregunto algo: Cuál es la contribución que hace al ecosistema o bien a la pirámide social, un tipo de seguridad del metro? Lo digo porque si sos policía, perfecto, estás en tu salsa. Pero el hombre de "seguridad" es como un policía falso, que le dicen que tiene un poder que en definitiva es super abstracto.
El día que comience me mi revolución, me cargaré a un que otro segurata.
Rumanos, latinos, sudacas, moros, todos la misma mugre. La quintaesencia humana regla su virtud en la península, jajajaja.

Te dije que sos un genio?

Anónimo dijo...

en mi opinión al título le falta una excalmación y un interrogante Hazme caso q t lo dice alguien del gremio

cervantilla

Hilario dijo...

Después de haber leido lo de Italia y lo de los rumanos me arrepiento de haber puesto la nacionalidad. Que un pais como Italia con la camorra, la mafia... que mueven 100.000 millones de euros al año les preocupe la inmigración rumana demuestra un pérfido sentido del humor.

Cervantilla, tienes razón.
Estamos en un país de mierda. Un constructor o un alcalde roban millones de euros y no pasa nada.

Inspeculum dijo...

No entendí todo lo que hiciste. Simplemente no puedo comprenderlo.
Saludos
A.

Hilario dijo...

Inspeculum, glups, no sé que contestarte.
Uno hace las cosas que cree que debe hacer. A veces es por inercia y en otras, como en esta, por que realmente lo crees.

Hernán Galli dijo...

Inspeculum, no entiendo lo que no entendés.
No es con vos, quería escribir esa oración. done!