Son dos cataratas. Gemelas las llaman, de unos 30 metros de alto y otros tantos de ancho cada una. A sus pies se forma una especie de laguna donde unos espabilados han puesto una pousada y un restaurante. No hay nadie excepto nosotros y un grupo de 34 empresarios de carolina que se reunen cada 6 meses. Van en camiseta y bañador, en grupos de 4 o 5, de pie con un vaso de cerveza en la mano y unas botellas vacias a sus pies; en mitad del rio, sentados, bebiendo; jugando a cartas y bebiendo; o hablando animadamente en una mesa y bebiendo. Hay dos músicos contratados, uno de ellos albino, que tocan el teclado y cantan, aunque nadie parece hacerles mucho caso. Rien, hablan en voz alta, parecen pasarlo bien.
Al anochecer se juntan todos alrededor de unas mesas de plástico rojas que han juntado. Oscilan entre los treinta y pico y los cincuentay pico. Tienen un micrófono. Habla uno, da las gracias a los demás por haber venido, da las gracias a otros, hace una apologia al patrón que hace todo, que es energia. La gente aplaude. Se van pasando el micrófono. Uno reza el padrenuestro y un avemaria. Todos se levantan y le siguen. Uno se acuerda de un compañero que no ha podido venir porque su mujer la han de operar. Ruega por ella. Las intervenciones son cada vez más largas y los aplausos son cada vez menos coordinados. Suena algún grito de cowboy. Les hago una foto y me aplauden.
Al día siguiente no queda nadie, excepto 12 cajas de cervezas de 24 cada una y de 600 cc la unidad. Calculo por encima que tocan a unos 5 litros por cabeza. No está mal.
Al anochecer se juntan todos alrededor de unas mesas de plástico rojas que han juntado. Oscilan entre los treinta y pico y los cincuentay pico. Tienen un micrófono. Habla uno, da las gracias a los demás por haber venido, da las gracias a otros, hace una apologia al patrón que hace todo, que es energia. La gente aplaude. Se van pasando el micrófono. Uno reza el padrenuestro y un avemaria. Todos se levantan y le siguen. Uno se acuerda de un compañero que no ha podido venir porque su mujer la han de operar. Ruega por ella. Las intervenciones son cada vez más largas y los aplausos son cada vez menos coordinados. Suena algún grito de cowboy. Les hago una foto y me aplauden.
Al día siguiente no queda nadie, excepto 12 cajas de cervezas de 24 cada una y de 600 cc la unidad. Calculo por encima que tocan a unos 5 litros por cabeza. No está mal.
1 comentario:
La verdad es que la religión católica a veces tiene puntazos muy buenos. La puedes utilizar en cualquier momento, un avemaría tanto vale pa un roto como pa un descosio, y además no exige demasiada solemnidad. Un dios que puede castigar con el infierno la comisión de actos casi inocentes también da bastante manga ancha a sus súbditos y les permite ejecutar sus oraciones en estado etílico total.
¡Qué bonito!
De todos modos voy a dar un repaso al pasaje de Sodoma y Gomorra, no vaya a ser que algún día se ponga nerviosito y desmonte a las gemelas.
Uf! qué profunda estoy.
Corto y cambio, que me enrollo.
A vivir que son dos días!!
Mariló
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