HILARIOS EN EL MUNDO

Os comunico que hay un nuevo Hilario en el mundo. Lo conocí hace unas semanas en una comunidad de la reserva de Pacaya-Samiria. El niño tenía una semana y aún no tenía nombre. Hay una diferencia abismal entre la espera de un niño en Europa y aquí. En Europa desde la primera falta se empieza a pensar en su nombre, de que color será la habitación, en dónde estudiará, se le empiezan a comprar ropa, juguetes...
Aquí, en esta comunidad aún no está ni apuntado en el registro civil. La mortalidad infantil es alta y es comprometido cargarse emocionalmente para luego ver que se ha abortado, que ha nacido con problemas o que muere a los pocos días.
Hitalo, mi guía, y su esposa son los compadres de los padres de Hilario. Ser compadres es una ligazón tan fuerte como ser de la familia, con la salvedad de que es buscada, no impuesta.
Para ser compadres la pareja ha de viajar, y aquí en la selva eso no es fácil, y llegar en el momento del parto. Y cortar el cordón umbilical del hijo que nace. Así se forma el vínculo.
Si alguien quiere que seamos compadres por mi nos podemos saltar la parte antropológica.
No deseo caer desmayado encima del bebé.
Hoy me han comunicado que el niño se llama Hilario. Se ve que caí bien. Felicidades Hilarito, que el mundo te sonría.