miércoles, febrero 14, 2007

PERSONAJES AMAZONICOS

Durán tiene 43 años y se tiñe el pelo, él lo reconoce. Me anima a teñirme las canas también, parecería más joven, asegura. Lleva la camiseta arremangada en el torso, como mucha gente, parece muy cutre pero la verdad es que refresca bastante. Le faltan los premolares y algunas muelas, por eso si simplemente sonríe su dentadura parece buena, pero cuando ríe y abre completamente la boca, bueno, hay trabajo para un par de dentistas. Ha subido con una muchacha de la que he pensado que era su hija. No, es una amiga. La ha conocido hace poco y la ha acompañado al barco, a hacer unas ventas. Él es de lima pero se ha separado de su mujer y esta buscando trabajo por aquí, le gustaría montar un billar. Tiene un primo, al que le han operado de la vejiga más de 30 veces, que tiene un cafetal. El año pasado le dieron el grano de oro en Francia al mejor café. Su primo le ha dicho que si lleva una mosquitera, unas botas y el equipo necesario le da trabajo. Pero él no tiene los 60 soles (15 euros) que le hacen falta para ello. Le ha pedido un adelanto, pero el primo, que no tiene nada de primo, le ha dicho que no tiene plata. Pienso que esto igual es un ardid para pedirme dinero, pero no lo hace, ni siquiera lo insinúa. La conversación deriva a sus dudas sobre si su primo puede tener relaciones con su esposa por lo de la vejiga, nunca se lo ha preguntado. Yo tampoco estoy al corriente de la vida sexual de su primo. De todas maneras él tiene mucha fe en Houston, donde hacen casi milagros. No quiero barrer para casa, pero la Puigvert...
Aparenta unos treinta y pocos pero vaya usted a saber. Lleva dos empastes de oro en los dientes delanteros y una gorra roja donde aparte de una marca comercial, casi diluida, se ha escrito en rotulador: Sin ti nada. Ha subido en dos de mayo, una aldea sin puerto, y lleva mangos maduros a Iquitos (tres mangos 25 céntimos de euro). También lleva cotorras. Es una de las cosas buenas que ha hecho Alan García, ha dado libertad para comerciar con loros. ¿Libertad? Sí, puedes coger los loros y venderlos, a los americanos les gustan mucho y los pagan bien. La gente se dedica a cazarlos y a venderlos. ¿Y no acabarán desapareciendo? No, no se acabaran nunca. Están ahí reproduciendose desde tiempos inmemoriales.
Tiene 24, viaja junto con su cuñado, de una edad parecida a la suya, su hijo de 7 y su sobrino de edad similar. Está, como casi todos los que suben a la barca, fuerte y sin un gramo de grasa. Lleva tatuado de manera muy precaria en el hombro derecho un corazón y dentro un nombre y una fecha. Llevan a vender 7 chanchos a Iquitos, se les ve algo esqueléticos. Es que necesitamos dinero ahora, si no los tendríamos engordando unos meses más. A menos de un euro el kilo de carne espera sacar unos 350 euros. El transporte casi se le comerá un 10%. La familia de su padre es de Iquitos, pero hubo una crisis y se fueron a la selva, allí viven sus padres con sus siete hermanos y las respectivas parejas. La selva no es de nadie, vas a un sitio, a este por ejemplo, y señala una zona boscosa en la ribera del río, la prendes y construyes una cabaña. Plantas maíz, bananas, arroz en verano, lo que quieras y la chacra es tuya. Nadie te puede echar. Solo tiene un hijo de siete años, planifican, dice. Depende de como vayan las cosas tendrán otro. Lo mejor que se puede dar a un hijo es educación.
Se nota diferente a los demás, es más grande, y se muestra seguro de si mismo. Habla de troncos de árboles, de calidades, de pulgadas, de volúmenes... de lejos me va diciendo el nombre de algunos y sus diferentes durezas. Se me hace agradable esta persona que me trata de igual a igual. Dice que hace 30 años solo había un par de poblados desde pucallpa a requena o hasta Iquitos, pero ahora está lleno. Antes el río estaba lleno de lagartos (cocodrilos), peces y otros animales y ahora no los encuentras. También han desaparecido el cedro y la caoba de los montes, y eso que estaban dentro de la reserva natural, pero nadie lo ha respetado. Brasil si tiene veda de esos árboles pero los peruanos nos metemos en su territorio y nos los llevamos. Es casi imposible que te puedan coger. Antiguamente en Perú era obligatorio, por el artículo 10, plantar de 10 a 12 planteles del árbol que habías bajado, pero nadie lo hacía. Era muy difícil comprobarlo. Se le ve preocupado por el medio ambiente, por la sociedad. Hace un comentario ambiguo sobre sendero luminoso. Ellos querían cambiar las reglas del juego. Al cabo de algunas frases afirma impertérrito: Aquí hace falta lo que en chile, un Pinochet. Lo siento, pero esto hay que discutirlo.
El señor Pedro tiene 75 años, aunque no los aparenta. Cuando sonríe se le juntan los párpados caídos y las pieles de las ojeras formando unos trianguilitos escalenos detrás de los cuales están los ojos. El señor Pedro me trata de señor Hilario y de usted. Yo intento devolverle el usted pero me cuesta. El señor Pedro me ha llevado a Quistocolla unos 30 kilómetros en su honda 90 cc. Asegura que su moto tiene 40 años, pero si tiene más también se lo creeré. Excepto el motor no funciona nada más. A los que les gusta el turismo de aventura les recomiendo subirse en la moto del señor Pedro. Una mariconada lo del parapente con la tela agujereada, la escalada al Everest y colarse en territorio usa en plan espalda mojada. Adelantar en curvas, saltarse semáforos en rojo, conducir por terrenos no asfaltados (con pendientes), que te cuente noséque mientras te señala con el dedo y deja de mirar la carretera... eso si que te pone la adrenalina a 100 y hace que no te sueltes de su camiseta sudada por todo el oro del mundo. El señor Pedro mira, como yo, a las chicas guapas (aquí, en Loreto, se van perdiendo los perfiles cuadrados de los serranos, son mas dulces los rostros selváticos). El señor Pedro chista, silba y piropea con la mirada a las mozas guapas. Yo no sé o no me atrevo.

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