miércoles, febrero 14, 2007

VIAJE DE TABATINGA A MANAOS (1)













  • El barco que te lleva es el sagrado coração de jesus. Es un barco grande y nuevo. Excepto los camarotes los demás son espacios abiertos, sin paredes. Solo hay algunas columnas metálicas y barras para colgar las hamacas. En el billete viene impreso deus prove, deus proverá. Mal rollo cuando el billete, que tiene propiedades contractuales, invoca a dios y no a la tecnologia de la embarcación.
  • Comparando la higiene con el barco desde el que vine de iquitos, el coração es sueco. Para que os hagais una idea el lucho, donde pasé unas 36 horas el concepto como tal no existe. Bueno, si lo tuvieran que escribir lo harían sin hache y sin ge. IIENE.

  • Comparando la seguridad con el barco de iquitos, el coração es sueco/noruego/alemán. Para que os hagais una idea: en el lucho un letrero bien grande ponía que la capacidad era de 50 pasajeros. Yo, en un momento de aburrimiento, conté 135 solo en la sala del primer piso (y solo los que podía ver desde mi hamaca). Abajo, en la bodega y arriba, donde está el timón y los camarotes, había más gente. Por supuesto deambular por el barco era una quimera. Los salvavidas, haberlos haylos, no llegaban a los 50, pero yo tenía uno encima mío. Si lo tuvieran que escribir la palabra solo pondrian las letras SEG y estas en vertical, el resto estaría bajo el agua.












  • Llevo unos cuantos barcos y unos cuantos nudos y de momento la hamaca no se ha soltado de la barra. Vale decir que no es que haga unos nudos muy aerodinamicos y estilizados. Hago nudos para parar un tren. Falta poco para que parta el barco cuando uno de los marineros, alto, enjuto y curtido (como deben ser los marineros) se me acerca. Mira los nudos. Comenta algo en brasileiro con un vendedor. No le gustan mis nudos. Se ofrece a tocarlos. Le dejo encantado. Como un tahúr baraja las cartas, este mueve la cuerda con la misma facilidad. En un plis plas ha hecho unos nudos que estoy por hacerles fotografias. El se cuelga de la cuerda para comprobar el peso. Resiste. Me tumbo en mi hamaca con la confianza depositada en un profesional. Como seguramente habeis adivinado antes de cinco minutos una de los nudos ha cedido y estoy en el suelo.

  • A poco más de una hora de trayecto el barco amarra en un puerto. Pasan las horas y no partimos, casi tres horas. Jacob y yo nos miramos con cara de asco. Tenemos la misma idea. Sabemos que hacer para salir. En efecto, bajamos al embarcadero, pedimos una cerveza y algo para comer e inmediatamente suena el aviso de que el barco está a punto de partir. El efecto murphy nunca falla.

  • En el coração hay un par de comedores para unas treinta personas, hay diferentes turnos para ir a comer. Te pones en la cola y ya está. Eso si, la gente irá en hamaca pero no puedes entrar en el comedor con el torso desnudo. Te has de poner al menos una camiseta. La comida es buena pero rutinaria. Empiezo a estar hasta los dallonsis del feijão con arroz (como en la canción de buarque), la fairinha y los espaguetis que acompanyan todo. Al menos hemos dejado al plátano frito.

  • En la cola del comedor o en cualquier rincón existe radio bitácora. Información que te venden como muy fiable. Uno te dice que ha hablado con alguien de la tripulación y que le ha dicho que hay mucha corriente y que llegaremos antes. Un día antes, en vez del martes el lunes. Esta información va cambiando, no, llegaremos el martes pero de madrugada, al final llegaremos el martes unas horas antes. El resultado es que al final el barco llega a la hora indicada.

  • Al final domino las posiciones básicas de la hamaca. Si lo haces bien puedes dormir totalmente estirado como si fuese una cama, tambien puedes recubrirte como si fueses un capullo (de lepidóptero, no de los otros) pero necesitas espacio y uno no siempre lo tiene. Además están los ruidos y todos aquellos elementos que impiden que duerma como debería. Pero eso es problema mío. Al lado tengo una senyora que estoy convencido que está muerta, desde que embarco siempre está enhamacada, con los ojos cerrados. Durante unas horas pienso que es un cadáver mal envuelto. El día de llegada se levanta, se peina, recoge todo y se marcha.

3 comentarios:

Hilario dijo...

Si, es cierto, en iquitos se llama amazonas, pero al pasar este por brasil, los brsilenyos son muy suyos, le vuelven a cambiar el nombre y le denominan solimões, al juntarse con el rio negro, en manaus es cuando por fin deciden que su nombre se llame amazonas.
Las hamacas son realmente resistentes y no son caras, el problema es transptarlas hasta casa o enviarlas por correo, que ahi supongo que si se encarecera. Yo la mia aun no he decidido que haraé, por un lado solo es una hamaca, pero.... hemos pasado tantas noches juntos!

besos y abrazos aunque despues de la esquina solo nos encontremos otra calle

Anónimo dijo...

En cambio mi fondo de escritorio ahora lo ocupa una sola hamaca: la de la muchacha lánguida y soñolienta, que está de rechupete. Se adivina que acaba de salir de un sueño muy dulce, y también lo que está pensando, aunque le de reparo gritarlo en voz alta: ¡GLINGO ILALI, ALIBA!

Anónimo dijo...

cuanto cuesta el viajecito entre manaus y tabatinga.