miércoles, julio 29, 2009

CUALQUIER EXCUSA ES BUENA PARA VIAJAR: AMAZONAS POTUGUES

Recorro un amazonas imaginario: las ciudades con nombre amazónico que están en Portugal: Santarem, Belem, Obidus, Alenquer, Aveiro...
Dos mundos tan distintos unidos por una palabra

martes, julio 21, 2009

AVISPAS 2

Voy al arenal con mi hija y no puedo dejar de mirar a las avispas (Philanthus triangulum). Mi hija se lleva todo a la boca y hay niños peligrosos a su lado pero me fascina estas avispas que 70 años y miles de kilómetros de distancia a las que vio Tinbergen actúan igual. Al fin
al una deja la abeja que ha cazado en el suelo y busca su nido. Tengo
el libro entre las manos y leo cuales son las características físicas que favorecen el reconocimiento: objetos tridimensionales, grandes, cerca de la entrada, contrastados... Los niños que han estado antes han hecho montañas de arena y han colocado hojas de ficus alrededor. Ni los del CSI lo encontrarían. Al final la pobre avispa estará más de 10 minutos buscando y harta, supongo, deja el cadáver de la abeja y se va a otro sitio. Yo, glups, dejo de mirar avispas y me encargo de que mi hija sobreviva al parque.
Seguro que Tinbergen no tenía hijos cuando las observaba.

jueves, julio 16, 2009

ARENA, NIÑOS, AVISPAS

Estoy en el parque con mi hija. Unas avispas revolotean sobre el arenal donde los niños juegan con sus cubos y sus palas.
Una madre me advierte que hay abejas.
Una de ellas da vueltas y al final se mete en un pequeño agujero que previamente ha construido. Pienso en Niko Tinbergen. Un verano se dedicó a mirar atentamente a las avispas que vivían en una zona arenosa. Para distinguirlas pintó cada una con un color diferente de pintauñas. A la salida del nido se dio cuenta que la avispa miraba el entorno del mismo, como recordándolo, después se iba. Tinbergen los fue cambiando añadiendo y quitando elementos obligando a la avispa memorizar la entrada. Algunas eran tipo Einstein ya que enseguida recordaban el lugar, a otras en cambio les costaba más tiempo. Así descubrió que las avispas podían reconocer colores, formas... No sé si me sorprendió más que las avispas fueran tan espabiladas o su imaginación para poder estudiarlas. Por estas y otras cosas le dieron el Nobel.
Una niña de unos tres años le quita el cubo a mi hija y chilla un poco. El padre de unos treinta y pico con barba cuidada de varios dias está cerca y no dice nada. Le digo a la niña que podemos jugar todos juntos. Mi hija la mira atentamente. La niña de unos tres años le quita la pala a mi hija y chilla un poco. Le dejo otra pala que tenemos. El padre dice: Iris, deja que la niña juegue también. Le digo al padre, buscando la complicidad: Vaya carácter. Este asiente sin sonreír y sin mirarme.
Iris tira la arena de la pala encima del pie de mi hija. El padre mira su móvil ausente. Iris tira arena encima de la cabeza de mi hija. Le quito la pala y le digo que eso no se hace y que ya no jugamos más. Mi hija nos mira. El padre se da cuenta que ha pasado algo y levanta a la niña y le pide que se disculpe. Iris pone cara de enfadada-y-esto-es-una-injusticia. El padre dice que al menos se despida. La Iris está más quieta y callada que la mujer de Lot. Los dos se van.
Busco una fuente y lleno el cubo de agua. Pongo arena para poder hacer torres con el cubo. Lo pongo boca abajo y no cae nada. Una madre, comprensiva, experimentada y atenta a las leyes de la física, me indica que hay demasiada agua en la arena. Que la mezcle con arena seca y así saldrá bien.
Mi hija nos mira atentamente.

miércoles, julio 01, 2009

CONVERSACIONES MUNDANAS

La moza que tengo a mi izquierda le señala, a la que tengo a mi derecha, una foto de un catálogo de vibradores.
-Yo tengo este, en lila.
Estamos sentados formando una elipse a lo largo de toda la sala de reuniones, esperando que se acabe la despedida por jubilación de una compañera y empezar, diosssss, las ansiadas vacaciones.
-Es lo más de lo más. Lo último.
Acaba de cumplir los 30 y habla, como si hablara de ordenadores o de móviles, con otra que es algo más joven. El destino ha hecho que esté en medio.
-Se mueve así y así -y gira los dedos en sentidos mareantes.
-¿Es como el Pearl Harbour? -pregunta la otra. -No me gustaba el tacto, era como de bolsa de Caprabo.
-No, este tiene un tacto más suave. Además no es tan rígido... El que me da un poco de yuyu es este- y señala uno en el que una parte acaba como con dos cuernos.
-Si, parece que tiene una lengua bífida. -Y sonríe medio de lado dando a entender que la frase tiene más de un sentido.
-Como los bífidos bioactivos. -Digo yo por decir algo. -Una de ellas sonríe benevolentemente.
-Este es superchulo, esta parte es para la penetración y al mismo tiempo esta parte te trabaja el clítoris.
En el grupo de jovencitas que hay más a mi derecha y que tratan del mismo tema la conversación es más animada.
Las que me rodean han llegado a la conclusión que el vibrador que han regalado a la jubilada es el adecuado para ella.
-Negro y con diamantes en la base. Es de señora. Como ella.