RECUPERANDO LA TEMPERATURA

Llevo dos días en el Chalten. Como estoy enfermito me paso el día en la camita, casi sin salir de la habitación, seguro que piensan que soy un miembro peligroso de una red terrorista que está huyendo de algo. Porque aquí todo el mundo está en la calle, mejor dicho en la montaña. Es el reino del treking y de la escalada. Los hombres, de cualquier edad y conidición estan todos curtidos, sobre todo los mayores, agarran dos piedras las golpean entre si y con el filo se afeitan, los más sensibles escupen al filo antes de hacerlo. Están fibrados. Gente que parece que tengan 60 años y con una flexibilidad de veinteañeros. Igual tienen 20 años y con este clima y con las cosas que trepan han envejecido. Y es que hasta las mozas andan con la seguridad de los que se cuelgan en paredes no aptas para cabras. Yo tengo menos frio que ayer y espero que menos que mañana, pero al ver a esta gente en mangas de camisa, o cargados de mosquetones para parar un tren o haciendo flexiones con los puños cerrados como si fuese una película de marines, es algo que me hunde en el desaliento. Ayer intenté hace una excursion a un sitio cercano, la chica que me atendió, empezó diciéndome donde podia ir, pero al ver mi cara fue cambiando las expectativas, fue bajando los kilometros y la altitud, al final casi me recomendó volver al hotel.
En eso estamos.