lunes, diciembre 04, 2006

PERSONAJES

El gauchito gil era una especie de robin hood. Era de mercedes, en la provincia de corrientes. Robaba ganado en las grandes estancias y lo repartia entre los pobres. Los ricos y poderosos se enfadaron, claro, y lo intentaron atrapar pero el gauchito gil era hábil con el revólver y el cuchillo y además era listo y no había nadie que pudiese atraparlo. Pero un día, siempre hay un pero, el gauchito iba a una escuela a ayudar (no queda claro a que ayudaba) y conoció y se enamoróde una maestra (lo que demuestra que no era perfecto). Esta le traicionó (moraleja: no te puedes fiar de una maestra) y le dijo a la guardia donde lo podrían encontrar y a que hora. Lo detuvieron, le ataron los pies a un caballo y lo llevaron arrastras por la montaña. Al final lo amarraron a un árbol y lo degollaron. Por las carreteras de la patagonia se ven como casitas al lado de la carretera con lazos rojos que, principalmente, los camioneros cuidan. Estos, o cualquier devoto al pasar por algún santuario de él, y hay muchos, lo saludan con la bocina o persignandose ya que si no, dice la leyenda, el viajero no llega a su destino o sufre grandes demoras. Hay otras versiones, pero esta es la que me han contado y esta es la que os cuento.
Oración al Gauchito Gil

OH! Gauchito Gil
Te pido humildemente
Se cumpla por intermedio
Ante Dios, el milagro que te pido:
Y te prometo que cumpliré
Mi promesa y ante Dios
Te haré ver,
Y te brindaré mi fiel agradecimiento
Y demostración de Fe
En Dios y en vos Gauchito Gil
Amén
Subimos todos en el kilometro 25. En el autobus que va desde puerto pañuelo a bariloche. El autobus ya estaba lleno cuando ellos llegaron, cada uno por su lado. Se pusieron detrás mío, a unos dos asientos de distancia. Al cabo de pocos kilometros ya se habían presentado. Uno era argentino que estaba con su familía y venían de pasar el día fuera. Los otros eran españoles, dos parejas. Los que llevaban básicamente la conversacion era el pater familia argentino, unos casi 50 años, pelo canoso y largo, y un abdomen de gemelos en el noveno mes de gestación, y que trabajaba para pescanova y uno de los españoles, sobre los cuarenta, pelo corto sin canas y, aunque seguramente hace años estaría compacto, ahora aparentaba ser fofo.
Al inicio de la conversación quien hablaba más era el argentino el que les recomendaba que lugares podían ver, que sitios eran preferibles y que comidas o compras eran más típicas. El español hacía una pregunta de vez en cuando.
Sobre el kilometro 18 el español empezó a hablar más, a comentar que en españa la sanidad era muy buena, que los farmacos eran gratuitos, que las infraestructuras magníficas y que la justicia funcionaba porque habían detenido a no sé cuantos alcaldes y concejales por la corrupcion urbanística.
Sobre el kilometro 13 comparaba la economia argentina con la española, la educación, sanidad y sistemas de transporte, llegando a la conclusión de que la segunda era sin comparacion mucho mejor. El argentino reconocia, con humildad, todo ello desconocedor seguramente de que el país del que hablaba el otro no existía.
Sobre el kilometro 7 el español decia que franco nos habia colocado en la posicion número 8 de las potencias industriales y que había permitido pasar a una democracia, que las autonomias estaban desmembrando españa. El argentino no decía mucho, pero yo empezaba a pensar que igual debían pedir un examen cerebral cuando te dan el pasaporte.
Ya entrando en bariloche el español estaba lanzado y prácticamente era un monólogo sobre macroeconomia, politica industrial y energética de la comunidad europea, la pesca intensiva en el atlántico sur o como debían conservar los bosques los argentinos. Me fui hacia la puerta de salida donde estaban ellos. Pedí permiso en inglés para que me dejaran pasar.

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