He regresado a buenos aires. Aunque uno no solo no es creyente si no que encima es anticlerical, lo de las fechas navideñas trasciende a lo cultural y está arraigado en el interior de uno. No me extrañaria que me encontrasen proteinas en la sangre con forma de hojas de ilex aquifolium (acebo) o de figuritas de belén. Por eso y a falta de estar con la familia, me he venido al lugar que más se aproxima. A la familia afectiva. Desde el sur, que existe, besos y abrazos. Espero que se cumplan todos vuestros deseos, como a mi se me están cumpliendo.
miércoles, diciembre 20, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
joder con la historia!
si es real es impresionante.
Guarda los periodicos, nuestros nietos tienen que enterarse de la noticia.
felicidades por tu astucia
Publicar un comentario