Buenos aires esta magnifica. Es primavera, hace un fresco vivificante por la mañana y al anochecer, ese frecor que sabes que no se convertira en frio. Por algunos barrios huele a alyssum y muchos árboles estan aun con sus primeras hojas. Es un universo comprensible y familiar. Estos dias, por primera vez en este viaje, me he dado cuenta del verdadero lujo de lo que estoy haciendo. Paseando sin rumbo fijo y sin ningun objetivo, simplemente sintiendo el frescor en la cara y el calor del sol en el cuerpo. Llevo una semana en bs as, y he alquilado un apartamento (departamento, me corrijen) en recoleta por un mes. Estais invitados. Es otro viaje. Ahora estoy esforzandome en construir otra rutina: levantarme temprano; leer el diario tomando un cafe y unos bollos rellenos de colesterol (facturas y vigilantes, son mis preferidos); pasear, sin prisas, sin una meta, bueno, empiezo pensando, tengo que ir a la plaza italia y acabo en cualquier sitio...
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1 comentario:
a mí lo que más envidia me da es el fresco vivificante de la mañana y el anochecer (la otra parte no alcanzo a figurármela siquiera, ni como ejercicio de estilo).
En Barcelona, si te distraes y olvidas que estamos en plena mentira colectiva de que ya es otoño, estás sudando como si fuera agosto y si te concentras sólo oyes la misma conversación repetida hasta el infinito: "antes en esta época hacía frío".
Son las 8.30 am del 24 de octubre. Seguimos sin noticias del frío...
(yo estoy segura de que es tu blog: ya me habías revelado la verdad sobre la generación de la cultura en el periodo refractario, pero como no me contaste lo de la anemia doy por hecho que no intentabas seducirme...)
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