Quedo con Pau. Bebemos, o bebo, una caña, media botella de vino rosado y dos caipiriñas.
Es el límite. A partir de entonces lo veo todo claro. Eso sí, tengo que mirar las baldosas para no hacer eses.
miércoles, septiembre 14, 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
1º Son tan bonitas las esssssses, tan ssssssinuossssas, tan ssssenssssuales... En eso no veo nada malo.
2º Mira que beber rosado, en fin.
3º Ibuprofeno, pero antes de acostarte, en fin(2).
Creo que tuve un deja vu y me tome el ibuprofeno.
Las eses no están mal, pero prefiero las haches. No sirven para nada pero hacen bonito.
Besos
Publicar un comentario