NO ES EXTRAÑO

Está de pie en la puerta de un mercado. Se reconocen y el otro se me presenta con cordialidad. Empiezan a conversar y yo, entre la hipoacusia, la rapidez al hablar y los temas de amigos y trabajo que son de los que normalmente tratan, me desconecto un poco aunque sigo sonriendo como si entendiera.
Él, que no debe llegar a los cuarenta se levanta la camiseta. Muestra una cicatriz reciente en el abdomen que debe de tener unos 20 cm. Repaso mentalmente qué debe haber por ahí para que le hayan operado. Es en la parte derecha, apendicitis no es... Muestra la espalda y otra cicatriz, ésta de unos 5 cm. Pongo más atención a la conversacion y entiendo que tiene que ir el lunes a una revisión. No tiene mala cara. A sus pies reposa una bolsa de plástico con peces que aún intentan dar pequeños saltos para escaparse. Nos despedimos.
Le pregunto de qué le han operado.
-De nada. Lo han apuñalado.
-¿Lo han asaltado? ¿Han intentado robarle?
-No, llegó a casa y su mujer estaba con otro.
-¿Y en la pelea lo apuñalaron?
-No, discutieron pero él se fue de casa. Ella le siguió y le pidió que la perdonara. Pero al cabo de unos días el otro le apuñaló.
-Joder. ¿Y ahora está en prisión?
-No, porque era menor cuando lo apuñaló. Y que le van a hacer... ¿acusarlo de intento de asesinato? Quedará en nada.
-Un menor, jo, ¿y ella debe tener la edad del marido?
-SÍ, pero se lo tiene en parte merecido, él es profesor y se lio con una alumna.
-Vaya historia. ¿Esto aquí es normal?
-Bueno, no es extraño.