Sábado por la mañana. El ponente habla y gesticula sobre la interpretació d'obres de teatre por los intérpretes de la Lengua de signos catalana. La sala está abarrotada. A mi lado, de pie, hay una pareja. Son jóvenes, no llegan a lo 30 años. Él lleva una camiseta negra en la que pone "Che il destino ci trovi sempre forti e degni". Debajo un pequeño escudo firmado por Leon Degrelle *.
Dudo de si lo lleva sabiendo quien es (su apariencia es normal, pelo corto pero no excesivamente y barba recortada) o si se lo ha comprado pensando que es un filósofo presocrático.
Cuando acaba la conferencia me acerco a él. Tengo varias contrarespuestas preparadas.
-Perdona, Saps qui és Leon Degrelle? **
-És el tiet d'un germà del meu pare, (sic) que era belga.***
No hay asomo de ironía en su respuesta así que no sabiendo que contestar me voy hacia la puerta.
*Según Wilkipedia:
"Combatió junto a las fuerzas del Eje en la Segunda Guerra Mundial en la Legión Valonia, una unidad extranjera adscrita a las Waffen SS. Encontrándose en Noruega cuando se rindió la Alemania nazi, logró escapar a España, donde el régimen de Franco lo protegería durante décadas de la sentencia de muerte por crímenes de guerra pronunciada en su contra. La oportuna concesión de la nacionalidad española lo libró de ser extraditado tras la caída del franquismo, y dedicó sus últimos años a escribir propaganda fascista."
** Perdona, ¿Sabes quien es Leon Degrelle?
*** Es el tío de un hermano de mi padre (sic) que era belga.
2 comentarios:
Bueno, por suerte parece que el destino nos los encuentra ni fuertes ni dignos. Más bien, ignorantes, reducidos y etiquetados.
Y de paso, bueno es que no se la haya ocurrido algo como "Que el destino nos reproduzca".
No sé que decirte, los veo en muchos lugares: en la liga del norte en italia, en politicos españoles (y no siempre del pp), en la aristocracia eclesial...
a veces no llevan camisetas con el anagrama pero están ahí
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