sábado, diciembre 16, 2006

LO RECONOCIBLE

En este viaje pocas veces vuelvo a un lugar conocido, pero cuando lo hago me encanta. Me encanta llegar a una ciudad y estar situado, saber a donde tengo que dirigirme, reconocer las calles, los edificios, los árboles, las personas. Sebas dice que huimos de la rutina pero que al viajar buscamos otra rutina. Las rutinas nos comen el tiempo, pero nos crean un entorno conocido, amable, relajado.
Aqui, mientras shueve en bariloche y ya que no puedo ir como pensaba a recorrer los alrededores del hotel llao-llao, estoy sentado en fenoglio, bebiendo mi jarrita de chocolate o en mamushka, saboreando chocolate con virutas de naranja, espero que pase la lluvia y el tiempo para ir a comer al restaurant de la esquina con belgrano, o quedar con los amigos cuando acaben de trabajar. Quizás pasaré por la libreria cultura, donde llevo comprados más de media docena de libros y hablo con los dependientes sobre la sombra del viento, de la iglesia del mar, o de la horrible matilde asensi, que le gusta a la dueña, o de sanchez piñol del que no tienen buenas referencias de su último libro. O hablo con uno de los propietarios del ciber andino que estan a punto de cerrar y venden todos los restos del naufragio empresarial. Todo un entorno conocido, amable, y para mi relajado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y los helados en Jauja? Y los ahumados? y la cervecita en Blest? Que llueva y suba el colesterol a mil!!!!!!!!!!! Vin fa sang! era así, ¿no?

Hilario dijo...

El vi fa sang, joder, la generalitat me tendrá que pagar por llevar la lengua a otros paises.

Hilario dijo...

ya puestos en latinadas: semen retentum venenum est.