lunes, noviembre 13, 2006

NO ES UNA DESPEDIDA, ES UN HASTA LUEGO

  • Del gallego, cabeza redonda y pelo ralo, de la tintoreria de juncal que lleva aqui toda su vida y no solamente no tiene acento porteño sino que encima tiene un deje gallego. Siempre escribe ilario en los resguardos que me da a pesar que las dos primeras veces le dije que por favor con hache.
  • De la familia boliviana que tiene una fruteria en agüero y que ya me pone el kilo de frutillas (fresas) cuando entro. La madre, la única que cobra, está preocupada porque su hijo, que es espabilado como él solo, quiere emigrar a españa.
  • De los jovencitos del cibercafé, uno, el mas mayor que debe tener veintipocos y con todo el pelo rapado y el otro mas joven y mas gordito que aun debe tener menos. Tienen puesto rock argentino sin parar y que casi ya consigo tararear los estribillos de tantas veces que lo escucho. Aún, eso si, tengo que pedirles que me quiten el filtro antiporno. No sé como esta programado pero considera mi blog y el pais como contenidos para adultos.
  • De la camarera del restaurante al que acudo muchas veces, barbilla casi inexistente y labios mordibles, que noto que me reconoce porque hace un mohín divertido con los labios y la nariz.
  • De los dos kiosqueros de arenales que se pasan el dia hablando de tiempos pasados y que me guardan el pais (menos de un euro).
  • De la camarera de la cafeteria de avenida de santa fe, ella, que de las tres que hay es la que suele acercarse a las mesas que estan pegadas a la pared, de cuarenta y muchos, muy delgada y muy llena de arrugas, aún me sigue preguntando si quiero azucar o sacarina.
  • De los jovenes chinos que regentan el supermercado de enfrente de casa, y que sorprende que cuando te hablan, lo hagan en porteño.

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