viernes, noviembre 24, 2006

BOTANICA Y TEOLOGIA

Los que me conocéis sabéis que tengo en marcha un proyecto sobre las apariciones marianas y la flora que le acompaña. No sé porque ni al vaticano ni el colegio de botánicos había hecho un estudio sobre este tema. Menos mal que yo estoy al quite.
La cosa, sucintamente, era que a la virgen se le da por aparecerse sobre todo con la familia de las rosáceas (rosas, sí, pero también manzanos, zarzas...) seguido de la familia de las fagáceas (encinas, robles, castaños...) y seguido, muy de lejos, por la familia de las oleáceas (olivos, fresnos...) Bueno, pues hete aquí que el otro día en Junin de los Andes me contaron una historia que se puede añadir a la colección.
Una chiquilla iba por el campo cuando oyó una voz y le dijo, le pidió, le exigió (depende de la versión) que quería que hicieran allí una iglesia (las voces no tienen mesura). La moza que no había realizado cursos de arquitectura se le ocurrió ir a ver al obispo a contárselo. El obispo, por otro lado con muy buen sentido, no le hizo caso, eso de oír voces sin nadie presente y antes de la aparición de los celulares (moviles) no era presagio de buena salud mental. Ella insistió, y el obispo le pidió una prueba. La moza volvió a pasar por el campo, un erial según todas las versiones, pero esta vez todo el lugar estaba cubierto de rosales. Cortó todas las rosas y se las puso encima del poncho, así llegó en presencia del obispo dejándole caer las flores en su despacho (o como se llame el lugar donde trabajan). El obispo, esta vez sí, dio crédito a sus ojos y se construyó una iglesia.
Pero hay más, según los que cuentan esta historia la nasa ha hecho un estudio del poncho, y encontraron cosas inexplicables, por un lado en el poncho se había manchado con las rosas formando la figura de una virgen con un lazo negro en la cintura, que en la cultura mapuche significa que está embarazada, y en la retina de los ojos de la virgen se veía la cara de un mapuche. Además resulta que el polen que había dejado las rosas tenía cualidades raras, no se pegaba y era diferente a otros polenes.
Lo bueno de esta historia (que es calcada a casi todas las apariciones excepto en la cuestión mapuche) es que en este caso se utiliza la nasa para reforzar la verosimilitud del milagro, un organismo reconocido y serio y además ¿quien mejor que la nasa, que también se dedica a mirar el cielo y más allá ?



PS. En una primera redacción en vez de poncho ponía mandil, pero revisando las notas me di cuenta que me había equivocado. Glups. La precisión me ha obligado a cambiarlo. Gracias, Roser, por las anotaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MANDIL
1. m. Prenda de cuero o tela fuerte,que,colgada del cuello,sirve en ciertos oficios para proteger la ropa desde lo alto del pecho hasta por debajo de las rodillas:
llevaba las herramientas en los bolsillos de su mandil.
2. Prenda atada a la cintura para cubrir la falda,delantal:
la sirvienta llevaba un mandil blanco.

LÀBIL
1. adj. Que resbala o se desliza fácilmente:
trineo lábil.
2. Frágil, caduco, débil:
cabello lábil.
3. Poco estable, poco firme en sus resoluciones:
jefe lábil.
4. QUÍM. [Compuesto] fácil de transformar en otro más estable:
el gas natural es lábil.